Este es un espacio para seguir pensando otras preguntas que aparecen a partir de los textos de Gabriela Mistral y que no se ajustan al espacio - tiempo del texto original. Un recorrido que hice mientras escribía, pero que tuve que acotar, sin embargo quería compartir. Algunas preguntas que imaginé y que también pienso pueden seguir ampliándose, aprovechando la condición virtual infinita. Pienso esta página como un espacio en construcción donde estas primeras ideas sobre Mistral, impulsadas por el texto para Escuela Desnuda, pudiesen dar lugar a nuevos cruces , inquietudes y lógicas escriturales; nuevos tejidos para pensarnos juntar.

En el texto he repasado una serie ideas a las que sumar signos de exclamación y alzar la voz para reforzar la importancia del pensamiento de Mistral, sin embargo hay otras, a las poner signo de pregunta, impulsadxs por aquella mirada aguda y atenta que ella tanto cultivaba.

Poner el ojo crítico y tomar su palabra con el peso de la historia, pero hacia la construcción de algo más, de la aparición de algo nuevo, que haga sentido a quienes venimos después de ella, a quienes habitamos el presente. Entonces, propongo un diálogo a partir de algunas citas textuales. Un juego de lectura semi -intuitiva, que permita pensar su palabra hacia otras formas de mirar y seguir construyendo este espacio de transmisión como encuentro entre generaciones:

Gabriela dice: “El deber más elemental de la mujer que enseña es el decoro en su vestido. Tan vergonzosa como la falta de aseo es la falta de seriedad en su exterior” (p.27)

Abro pregunta: ¿Habrán pensado lo mismo los hombres de la época?, se habrán fijado en la necesidad de tener dicho decoro y a qué se habrá referido Mistral con tal seriedad? ¿Qué habría pensado Brigitte Bardot de dicha declaración? ¿Qué aportarían las tesis?

Gabriela dice: “Las maestras hagan las entrañas de la escuela a todo su gusto, siempre que hayan mirado por tener un gusto y que sean mujeres con sentido de una casa” (p.35)

Pregunto: Si el gusto, según Bourdieu está determinado por la cultura a la que perteneces tanto social como económicamente, ¿a qué gusto se refiere Mistral? ¿Será que restringe una mirada cultural a ciertos patrones fijos de lo que se debe o no mirar? ¿Quién decide esto? En el caso de la escuela ¿habrá estado abierta a que dicho gusto fuese determinado por lxs niñxs junto a lxs profesorxs.

Gabriela dice: “El baile de los adultos tiene, aun el más estético, no sé qué de grotesco. ¿Por qué no renunciar a él y en cambio hacer danzar a los niños, propios o ajenos, que se reúnen en el Parque, en la Quinta, en las plazas, dirigiendo su ronda? El sitio central de la ronda pide una figura blanca de mujer. “ p.123

Pregunto: ¿A qué se habrá referido con la idea de la mujer blanca?, ¿Qué preguntas les habría formulado Bell Hooks (*referencia) a Mistral en este tiempo? ¿Qué preguntas se abren hoy acerca de a quien corresponden los cuidados de lxs niñxs a partir de estas afirmaciones?

Gabriela dice: … “Tarde o temprano ellos sabrán, si no lo saben hoy que la llamada cultura europea, es decir, la universal, la que cuenta, es esa o ninguna.” (Pasión por enseñar, p.138)
Pregunto: ¿Cuánto amor por la cultura europea, no? ¿Cuánto aprecio a lo universal? Pienso que estas cuestiones reflejan asuntos de su biografía y contextualizan la mirada de Mistral en su tiempo. En este sentido es entendible que detrás de estas palabras haya una cierta cercanía con un canon que hoy está puesto en duda, en palabras como las de Silvia Cusicanqui, o en las obras de Jaar y torres García sobre América, quienes revisan la mirada centrada en el mundo europeo como parámetro de progreso y desarrollo, cuestionando la noción de occidente y proponiendo un pensamiento situado desde el sur como “gesto epistemológico” (pag. 89). Mistral no estaba lejos de este gesto epistemológico, sino que es probable que su cercanía con la cultura europea haya sido determinada por sus experiencias personales y el reconocimiento obtenido fuera del país, hay que recordar que recibe primero el premio nobel de literatura, y posteriormente el premio nacional.

Esta mezcla entre el cariño a la cultura europea y un entrañable sentido de la tierra, es lo que también la posiciona en un pensamiento Latinoamericano, que muy bien describe Cusicanqui a través de la palabra ch´ixi, la cual “designa en aymara a un tipo de tonalidad gris (…) que está hecho de puntos de color puro y agónico: manchas blancas y negras entreveradas.” (pag. 79)
Es en esa mixtura donde se manifiesta la potencia de lo Latinoamericano. Forma de encuentro contradictoria, que si las pensamos en el cruce entre arte y educación, vemos también esa potencia de construir desde dos polos que se encuentran y friccionan, pero que no se funden.

Entonces...

¿Cómo construir una educación que mire desde el sur, y que construya sus propios cánones, sin olvidar aquello que nos enseñaron con tanto ahínco y de los que podemos aprender infinidad de cosas?

¿Cómo imaginar un espacio feminista entre el arte y la educación partiendo de Mistral y leyendo a Cusicanqui?

¿Cómo plantarnos poéticamente en el presente con el pasado de frente?

¿Y si (nos)pensamos juntas?: encuentro con Gabriela Mistral en el arte y la educación.
Magisterio y Niño (1979)
Pasión de enseñar (2020)
Maestra rural (2020)
La encina
El Corro luminoso
DECÁLOGO
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO